(...) Empezaron a escapar de la ciudad hacia el refugio que el general dispuso.
Parecía ser que aquel campo, mejor dicho el "predio de Ezeiza", en el que tantas veces la Selección entrenó, era el mejor lugar para que Juan, Favalli, Mosca y un centenar de hombres se propusieran arriesgar sus vidas a cambio de eliminar a los Manos y los Muñekaz (especie de extraterrestres con muchas manos y muchas orejas).
Una fuerte tormenta obligó al ejército nacional a utilizar armas de grueso calibre, granadas compuestas por tóxicos (malignos solo para extraterrestres), y unas aves que tenían un canto particular que los hacía volverse locos.
Después de un duro enfrentamiento cuerpo a cuerpo, los humanos lograron tomar el control de la situación en aquel campo, obligando a los seres a retirarse definitivamente de las tierras nacionales.
Parecía ser que aquel campo, mejor dicho el "predio de Ezeiza", en el que tantas veces la Selección entrenó, era el mejor lugar para que Juan, Favalli, Mosca y un centenar de hombres se propusieran arriesgar sus vidas a cambio de eliminar a los Manos y los Muñekaz (especie de extraterrestres con muchas manos y muchas orejas).
Una fuerte tormenta obligó al ejército nacional a utilizar armas de grueso calibre, granadas compuestas por tóxicos (malignos solo para extraterrestres), y unas aves que tenían un canto particular que los hacía volverse locos.
Después de un duro enfrentamiento cuerpo a cuerpo, los humanos lograron tomar el control de la situación en aquel campo, obligando a los seres a retirarse definitivamente de las tierras nacionales.
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